Una de las cosas que tiene que aprender un extranjero al estudiar una lengua extranjera, es darse cuenta de los diferentes significados de palabras que, en apariencia, deberían ser iguales en todas partes por ser tan “normales” o internacionales. ¿No sería lógico que, en todos los países de habla hispana, palabras como industria, responsabilidad, reforma, documental, etc. significaran lo mismo y que ese significado fuera también el mismo que en otros idiomas?
Sin embargo, en el español colombiano, hay varias palabras de ese tipo cuyo uso específico me llama la atención. Una de ellas es intolerancia. Cualquier hablante del español tendrá una idea de lo que significa (intolerancia religiosa o intolerancia a la lactosa), y muchos alumnos (al menos, aquellos en cuya lengua materna exista una palabra parecida), también. La palabra es tan “normal” que el diccionario de la RAE solo dice: “falta de tolerancia, especialmente religiosa”. Y si buscamos tolerancia, nos dice que es “Respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias”.
Ahora bien, ¿qué pasa si buscamos la palabra en el archivo del periódico colombiano El Tiempo? El ejercicio resulta interesante porque en la línea de tiempo (que indica la cantidad de noticias con esa palabra en determinados momentos o periodos), resaltan los años 1998 y 2008. ¿Qué pasó en aquellos años? Nada especial relacionado con la religión, que yo sepa, ni con la leche, sino con la situación social y política. Cuando alguien es amenazado de muerte y tiene que salir del país, eso es un caso de intolerancia. Y hay otro uso llamativo: se habla de un acto de intolerancia cuando el conductor de una camioneta le dispara a un hombre que defiende a unos niños que supuestamente habrían tirado una piedra a la camioneta. Lo que muchas personas llamarían violencia o agresividad, aquí con frecuencia se denomina intolerancia.
Otra palabra curiosa es política. Las primeras veces que oí decir que “el presidente no se podía meter en política”, pensé: ¿y entonces, a qué se va a dedicar? Solo más tarde entendí que aquí hacer política significa hacer política partidista, hacer proselitismo en época de elecciones, algo que les está prohibido a los funcionarios públicos.
Mi último ejemplo es traumatismo. El significado médico lo conoce todo el mundo, pero sorprende que la palabra se utilice, por ejemplo, para indicar que, a pesar de un grave accidente en alguna avenida, “el tráfico no sufrió mayores traumatismos”.
Son cosas a tener en cuenta, por ejemplo, al usar textos auténticos.